FOCO 2 LUCES NEGRO MADDOX

Foco 2 luces Negro Maddox

El foco 2 luces Negro Maddox tiene un diseño moderno, está fabricado en acero pintado en color negro. Estos focos led de techo para interior son perfectos para la iluminación del recibidor, el salón, la cocina o el baño. Destaca objetos en cualquier estancia como cuadros, espejos y estanterías en el salón, los armarios del dormitorio, el recibidor de casa, en las zonas de paso, en el estudio y en cualquier estancia donde sea necesario destacar objetos decorativos, con estos focos de techo led evitarás que queden zonas con sombras. Este foco de techo funciona con dos bombillas de casquillo GU10 (no se incluyen las bombillas). Hemos realizado una amplia selección de focos de techo para que puedas elegir fácilmente el que mejor se adapte a tus necesidades de iluminación para el hogar. Medidas: 30x9x15 cm.

¡Sigue algunos consejos sencillos para iluminar bien tu casa con focos led! Iluminar con focos led interior para casa puede resultar muy beneficioso para ti y tu familia. Además de crear ambientes acogedores podrás ahorrar dinero en tu factura. Los expertos recomiendan que evitemos saturar con muchos colores las habitaciones de la casa porque afectan la concentración de quienes la habitan día a día, lo ideal es iluminar cada espacio según las necesidades y el uso que se vaya a dar a cada estancia, sigue la teoría del color con el propósito de impactar de manera directa en la percepción visual de cada ambiente.

Usar focos led de luz blanca, aporta claridad al ambiente, si además das un toque de color a las paredes de los diferentes espacios de tu hogar de acuerdo con el tipo de actividades que tu familia realiza en cada estancia acertarás seguro. Apúntate a la iluminación que ahorra energía y dinero en tu hogar con focos de interior. Se ha estudiado cómo los factores externos influyen en el funcionamiento del cerebro para el aprendizaje y la creatividad, en la alteración de los estados de ánimo se ha encontrado que la luz y el color son factores determinantes.

Armonía cromática y luz estratégica: La importancia de los colores y focos en cada espacio del hogar

Los colores para los dormitorios deben ser distintos a los que podrías usar en el comedor, la cocina, el baño o el estudio. Los colores provocan efectos psicológicos que estimulan los procesos de aprendizaje, creatividad o momentos de relax ya que pueden cambiar la percepción visual de los espacios y evocan sentimientos que nos afectan diariamente. Cómo iluminar con focos la zona de estudio, el salón, la cocina o el baño. Las tonalidades verdes y amarillas son ideales para las paredes del estudio, estos colores bien iluminados con focos modernos de techo estimulan la inteligencia, la creatividad y la concentración.

Esta iluminación es un sustituto ideal de la luz natural, proporcionando beneficios a nuestra visión para que, incluso al trabajar o estudiar durante largas horas, no perdamos la concentración. A diferencia de la luz amarilla a la que estamos acostumbrados, que crea un ambiente cálido y relajante, la luz diurna activa nuestro cerebro en mayor medida. En el salón, se recomiendan los focos de techo, ya que es un espacio donde nos reunimos con familiares y amigos, disfrutando de momentos de ocio, ya sea tomando un café o escuchando música.

Una buena iluminación contribuye a disfrutar y relajarse en este entorno. Si tienes un rincón de lectura, un foco de luz blanca te permitirá sumergirte en tu libro sin distracciones ni somnolencia. En la cocina, es importante contar con una iluminación que te permita preparar alimentos de forma segura y que al mismo tiempo sea funcional para evitar accidentes. Por ello, es recomendable iluminar los estantes, cajones, armarios de alimentos y encimeras con focos direccionales. El baño, siendo un lugar en el que pasamos mucho tiempo a diario para cuidar nuestra imagen, requiere una iluminación agradable que nos permita ver con claridad, facilitando el maquillaje y el peinado. Los focos en el techo dirigidos hacia el espejo cumplen esta función, y además, nos ayudan a relajarnos cuando nos preparamos para dormir.